El más digno homenaje a la vida
Cómo afrontar la pérdida de un hijo

Cómo afrontar la pérdida de un hijo

El dolor después de la muerte de un niño puede ser insoportable y la pérdida lo cambiará para siempre. Sin embargo, si el duelo se convierte en un estado constante, puede estar experimentando un duelo complicado.
El duelo complicado después de la muerte de un hijo puede ser difícil de reconocer y complicarse aún más por la naturaleza de la relación padre-hijo.

Buscar la reconciliación, superar el dolor y recuperar la capacidad de vivir con alegría y propósito mientras honra la memoria de su hijo.
Queremos darte información para que puedas superar poco a poco el dolor de la pérdida de un hijo.
1. Busca apoyo y no te aísles
Es normal que quieras pasar tiempo en soledad, que a veces no te apetezca hablar o que, directamente, el silencio sea lo más reconfortante. Si necesitas sentirte acompañado/a, dilo. No tengas miedo de pedir ayuda a tu familia o a tu comunidad para encontrar aquellos círculos que te aligeran la pena.

2. Tómate tu tiempo
No hay un tiempo determinado para pasar el duelo, y lo habitual es que el de un hijo dure más tiempo que el de cualquier otra persona. Date tu tiempo, pero ve marcándote unas pequeñas obligaciones en ciertos plazos. El objetivo es encontrar un motor, no aislarse.

3. Pospón las decisiones importantes
Ocúpate de reajustar tu vida después de la pérdida y de cuidar tu salud, sin más. No es tiempo para plantearse grandes cambios como vender la casa o tener otro hijo, porque no vas a poder esconder tu dolor tras esos proyectos.

4. Encuentra los caminos para expresar tu dolor
Canalizar lo que sientes a través de una actividad que te guste hacer y que te ayude puede ser muy productivo. Hablamos de escribir un diario o cartas a tu hijo, recurrir a un cajón de recuerdos que conserves de él/ella, pintar, etc.

5. Deja los recuerdos brotar y exponte a ellos gradualmente
Recordar y compartir los momentos buenos y malos con las personas de tu entorno ayuda a no reprimir lo que sientes, lo que será contraproducente. Deja fluir, pero ve exponiéndote de manera gradual a aquello que te cause más dolor, como fotos y objetos. El sufrimiento irá disminuyendo.

6. Toma aire
Salir a dar un paseo por tu zona o una escapada a la naturaleza para respirar aire puro, te ayudarán a darte treguas. Intenta cambiar de escenario para despejarte.

7. Anticipa los días dolorosos
Tarde o temprano llegará la Navidad, el cumpleaños o el aniversario de su muerte. Son fechas duras en las que sentirás especial tristeza, por eso debes anticipar planes en familia o con amigos/as para no pasarlo especialmente mal.

8. Cuídate
Recuerda: mente sana en cuerpo sano. A un cuerpo sano le resultará más fácil tirar de una mente que está sufriendo, como sucede al revés. Come bien, haz algo de deporte, descansa y evita los hábitos tóxicos.

9. Date permiso para disfrutar de la vida
Poco a poco debes retomar tu estilo de vida, sobre todo aquellas cosas que te resultaban placenteras con anterioridad. No te prives de disfrutar y busca nuevas actividades que te hagan bien.

10. Pide ayuda a profesionales
No esperes a desarrollar una enfermedad para empezar a cuidarte, lo que implica pedir ayuda cuando sea necesario. No hablamos solo de psicoterapia, sino también de ponerte en manos de un/a médico/a y, si lo estima conveniente, de iniciar un tratamiento farmacológico.

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