Cuando se vive una etapa de duelo, es natural estar en un momento susceptible donde fácilmente se pueden tomar malas decisiones que nos pueden llegar a perjudicar más de lo que creemos.
Durante el proceso de duelo, es probable que la persona comience a consumir alcohol y drogas para ahogar el duelo, estimularse a sí mismo para mejorar su estado de ánimo o como una solución para la relajación o la alegría.
La pérdida de un ser querido crea un sinfín de emociones, y más si no estamos preparados para ello. Los expertos reconocen las cinco etapas que componen un duelo y viven la montaña rusa tantas veces como sea necesario. De esta forma, el proceso de duelo puede transitar entre la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.
Otra característica del duelo es que la vida de cada persona es diferente, dependiendo de las características de la persona, sus fortalezas, debilidades, apoyo social, recursos internos, habilidades sociales, capacidad para tolerar la frustración, resiliencia y otros factores.
El uso de las drogas durante el duelo produce una falsa sensación de bienestar, seguida de una sensación de tristeza o de vacío, potenciada por los efectos desagradables y no deseados de las drogas. También puede pasar del uso al abuso. Esto significa que la persona no logra controlar su consumo y este se torna excesivo, desmedido, sin límites.
Como consecuencia, el abuso de sustancias puede traer nuevos problemas: dificultades para realizar las actividades cotidianas, problemas en el trabajo o estudio, conflictos vinculares, accidentes.
Entonces, ¿cómo podemos prevenir el abuso de sustancias mientras se vive un duelo?
Busque ayuda y trate de no aislarse. El proceso de atravesar el duelo es complejo. Tener compañía es clave para superarlo de una manera más saludable.
Acepte sus emociones y pensamientos en este momento como respuestas naturales, propias del proceso por el que estás pasando. Espere sentirse enojado, decepcionado, impotente, confundido, triste.
Evite las sustancias psicoactivas como el alcohol, la marihuana o la cocaína. Las manos de las drogas no pueden superar el dolor.
Si tiene problemas para dormir, realizar sus actividades diarias o si se siente muy deprimido y triste, consulte a un profesional de la salud antes de optar por automedicarse.
Haga todo lo posible para practicar comportamientos de cuidado personal: nutrición adecuada, higiene personal y descanso según sea necesario.
Trate de retomar sus actividades normales, trabajar o estudiar poco a poco.
Iniciar actividades que produzcan bienestar, como el deporte, la recreación o la socialización.
Recuerda que admitir que no estamos bien y pedir ayuda es un acto de amor propio como también de madurez.
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