28 años
Amado hijo:
Mi corazón quedó destrozado al perderte físicamente, tus hermanas y yo buscamos el consuelo en Dios nuestro señor. Tú que fuiste inteligente, sonriente, carismático, buen amigo y excelente hijo, llegó tu tiempo y tengo que aceptar los designios de Dios, pero estamos seguras que donde te encuentras estás en la compañía de Dios, descansa en paz y brille para ti la luz perpetua.
Te mandamos besos hasta el cielo Irma, Adriana y Alyson.
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