La arquitectura funeraria.- La arquitectura es uno de los medios artísticos y técnicos más conocidos, es la que permite el diseño y la construcción de edificios y espacios que tan útiles son para nosotros hoy en día.
Existen diversos tipos de arquitectura, por ejemplo la urbana o la decorativa. Entre la variedad de ramas que existe hay una que es desconocida por muchos, la funeraria.
Inicialmente se puede pensar solamente en pequeñas tumbas y lápidas, sin embargo, la arquitectura funeraria es bastante versátil y variada. Lo único necesario es pasar por los cementerios.
Los monumentos funerarios se dedican a la conmemoración fúnebre, dependiendo de sus dimensiones y de que acojan o no un espacio interno, pueden considerarse arquitectura funeraria.
Los más ostentosos se denominan mausoleo (por la tumba de Mausolo, una de las siete maravillas del mundo).
Puede ser una tumba o sepultura, si el monumento contiene la presencia de un cadáver con sus restos completos, especialmente si coincide con el lugar de la inhumación, parciales, si se ha producido un traslado o algún tratamiento intermedio como la momificación o reducidos a cenizas si la técnica previa no ha sido la inhumación sino la cremación.
Los monumentos que contienen varias tumbas se denominan panteón. Puede ser un cenotafio, si el monumento no contiene el cadáver, pero simula una tumba.
Si únicamente es un lugar de recuerdo, sin referencia sepulcral, se suele denominar memorial.
Existe un tipo específico de monumento que solo contiene mínimos restos de un cadáver o de varios cadáveres, los relicarios, que contienen reliquias. Los relicarios suelen ser arte mobiliar, pero también los hay de grandes dimensiones, incorporados a la decoración de las iglesias.
Todo va a depender de los gustos y la esencia que haya tenido la persona durante su vida. Lo ideal es que el monumento sea hermoso, represente al fallecido y a su legado.
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